Foros de debate sobre la reforma electoral: ¿Hacia dónde vamos?

Laurence Pantin, directora de Juicio Justo y co-coordinadora del Observatorio de la Justicia de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, participó en los “Foros de debate sobre la reforma electoral: ¿Hacia dónde vamos?”, organizados por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (IIJ-UNAM).

En la mesa “Regulación de las condiciones de la competencia político-electoral”, moderada por Javier Martín Reyes (IIJ-UNAM), la Dra. Pantin presentó cómo cambiaron los parámetros de integridad en las recientes elecciones judiciales, parte de este análisis derivando de dos estudios realizados sobre la observación de la jornada electoral y del análisis de las boletas electorales.

La Dra. Pantin advirtió que las elecciones judiciales del 1° de junio representaron una degradación notable en la integridad electoral debido a la rapidez con la que fueron organizadas y a sus particularidades. Explicó que las reglas del proceso se aprobaron después del inicio formal del periodo electoral, algo contrario a lo que marca la Constitución, y que este hecho, que habría generado un conflicto serio en elecciones políticas, pasó prácticamente desapercibido. También señaló que la decisión de votar por circuito judicial obligó a rediseñar con urgencia la geografía electoral, produciendo distritos judiciales con diferencias poblacionales tan grandes que el peso del voto dejó de ser equivalente entre regiones.

Destacó, además, que la cantidad de cargos y candidaturas complicó la competencia y la logística electoral; la realización de debates se volvió prácticamente imposible, el Instituto Nacional Electoral (INE) optando por no asignar tiempos oficiales en radio y televisión por la imposibilidad de dividirlos entre tantas candidaturas. Señaló también que el hecho de que las campañas solo podían financiarse con recursos personales generó inequidad y dejó a quienes tenían menos recursos en clara desventaja. A esto, añadió que las actividades de campaña permitidas eran mínimas y que el uso de redes sociales, aunque autorizado, favorecía solo a ciertos sectores de la población.

En cuanto al proceso de cómputo, la Dra. Pantin advirtió que el traslado de paquetes electorales a los consejos distritales careció de protocolos de seguridad reforzados y que una cantidad significativa de paquetes llegó sin custodia adecuada. Además, mencionó que el nuevo sistema informático de conteo no pudo ser auditado por organizaciones ciudadanas y que las personas observadoras no tenían manera de verificar la correcta lectura y captura de los números.

Por otra parte, alertó sobre prácticas irregulares observadas durante la jornada, como uso de acordeones, voto grupal, coacción, llenado de boletas por terceros y toma de fotografías posiblemente vinculadas a compra o movilización del voto. También indicó que muchas de las personas observadoras parecían más interesadas en monitorear quién acudía a votar que en observar el proceso electoral. Advirtió que estas prácticas, que habían disminuido en elecciones ordinarias, reaparecieron en este proceso judicial.

En su reflexión final, la Dra. Pantin advirtió que aceptar elecciones judiciales con estas deficiencias podría llevar a normalizar estándares más bajos en otros procesos electorales. Por ello, enfatizó que es fundamental analizar y corregir los problemas detectados para evitar que este tipo de condiciones se conviertan en el nuevo estándar electoral del país.